Abróchate el cinturón porque no puedo negar que tu me desesperas.
Cada parte de mi mente es tuya.
Necesito soportarte. Deberías creértelo.
Si quieres bailamos, me pongo los zapatos. Y me llevas, por este mundo osuro y desconocido.
Eres igual, pero distinto.
Reconozco que tengo miedo, que hay algo en mi que dice - alto, no va a salir bien-. Pero estoy dispuesta a intentarlo. Cógeme de la mano para no perdernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario